PARTES DE LA LENGUA
COMPOSICIÓN Y FORMACIÓN DE LAS PALABRAS
El término latino iuvènis
evolucionó, a través de los siglos, hasta dar lugar a la palabra española joven.
Juventud, jovencita o juvenil son palabras derivadas de ella. ¿Te
has preguntado alguna vez cuáles son los procesos que hacen que a partir de una
palabra se creen otras? Pues sigue leyendo, porque en este artículo
analizaremos los elementos que componen la palabra y los mecanismos para crear
nuevos términos.
¿QUÉ ES UNA PALABRA?
La palabra es un conjunto
de sonidos articulados, que podemos representar gráficamente con letras, a los
que asociamos un significado: árbol, río.
ELEMENTOS QUE COMPONEN UNA PALABRA
La mayor parte de las
palabras del español están formadas por un lexema o raíz (buen-os)
y unos morfemas (buen-os).
El lexema o raíz nos indica
el significado de la palabra y, en ocasiones, su familia léxica. Recuerda: las
palabras que tienen la misma raíz y se relacionan en su significado forman
parte de la misma familia léxica. Observa la información que nos proporciona el
lexema en cada uno de los siguientes ejemplos:
- Leche: 'líquido blanco que segregan las mamas
de las hembras de los mamíferos para alimento de sus crías'. De la misma
familia son: leche, lechero, lechera,
lechería, lechal.
- Café: 'bebida que se hace con la semilla del
cafeto'. De la misma familia: cafeto, cafetal,
cafetería, cafetera, cafeína.
Los morfemas se unen al
lexema para complementarlo o modificarlo. Observa para qué nos sirven los
morfemas:
- Aportan una información gramatical de género
(masculino o femenino): leona; de número (singular o
plural): cintas; de persona: (primera, segunda o tercera): cantaste;
de tiempo (presente, pretérito imperfecto...): salimos, etc.
- Modifican el significado del lexema; en este
caso, se denominan prefijos (aparecen delante de este) y sufijos
(se colocan detrás): releer, jardinero, acustica.
FORMACIÓN DE LAS PALABRAS
La mayoría de las palabras
se han creado a partir de distintos procesos de formación. Los más habituales
son los siguientes:
- Por composición: añadiendo un prefijo a
una palabra ya existente: prehistoria, deslenguado;
o uniendo dos o más lexemas: limpiaparabrisas (limpiar + parar +
brisa), vinagre (vino + agrio).
- Por derivación: añadiendo un sufijo a
un lexema: becario, casucha.
- Mediante la creación de siglas: palabra
formada con las letras iniciales, usadas como abreviatura, de cada una de
las palabras que forman un nombre: ONU (Organización de Naciones
Unidas), AVE (Alta Velocidad Española).
- Con acrónimos, palabras formadas por
siglas que se refieren a objetos o conceptos como si fueran verdaderas
palabras, que se pronuncian silabeando, no deletreando: ovni (objeto volador no
identificado), radar (Radio Detection And Ranging).
- Tomando préstamos lingüísticos:
palabras de otros idiomas: aeróbic, anorak.
CLASES DE PALABRAS
Atendiendo al proceso de
formación, se pueden distinguir distintos tipos de palabras:
- Primitiva. No procede de ninguna otra: toro,
casa, lona.
- Derivada. Se ha creado por derivación a partir
de una primitiva; de toro: torero, toril,
torear, toreo.
- Simple. Tiene un solo lexema: tela, miel.
- Compuesta. Consta de dos o más lexemas: malasangre,
sacamantecas.
- Parasintética. Formada por composición y derivación: desarbolado,
inaccesible.
PREFIJOS Y SUFIJOS
Los prefijos y los sufijos
son unidades léxicas más pequeñas que las palabras, formadas por una serie de
sonidos a los que asociamos un significado. Modifican el significado del
lexema.
Los prefijos proceden en su
mayoría del latín o del griego y anteceden al lexema en la palabra (superpoblado,
teledirigido…).
Los sufijos van después del
lexema; generalmente proceden también de las lenguas clásicas. A veces, cambian
la categoría gramatical de la palabra: aterrizaje (sustantivo) de
aterrizar (verbo); suciedad (sustantivo) de sucio
(adjetivo).
Algunos prefijos
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De origen latino
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De origen griego
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ex- 'fuera de': excéntrico
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a- 'negación': anormal
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i- 'negación': ileso
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anti- 'opuesto': anticuerpo
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mini- 'pequeño': minifalda
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bi- 'dos': bicéfalo
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multi- 'mucho': multinacional
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en- 'dentro de': embotellar
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omni- 'todo': omnipotente
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epi- 'sobre': epicentro
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pre- 'antes de': preclásico
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hemi- 'la mitad de': hemiciclo
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semi- 'medio': semicírculo
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macro- 'grande': macrobiótico
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sub- 'bajo': subdesarrollo
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micro- 'pequeño': microbús
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super- 'sobre': superhombre
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pluri- 'varios': pluriempleo
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trans- 'al otro lado de': transatlántico
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poli- 'varios': polisemia
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vice- 'que hace las veces de': vicedirector
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tele- 'a distancia': teléfono
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Algunos sufijos
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De origen latino
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De origen griego
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-aceo 'semejante a': grisáceo
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-algia 'dolor': nostalgia
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-aico 'pertenencia': arcaico
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-cracia 'poder': democracia
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-al 'relación': arrozal
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-edro 'cara': romboedro
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-ano 'procedencia': segoviano
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-fobia 'aversión': claustrofobia
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-ble 'posibilidad, capacidad': legible
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-fono 'sonido': micrófono
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-ero 'oficio': panadero
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-itis 'inflamación': faringitis
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-forme 'forma': pisciforme
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-logía 'estudio de': geología
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-miento 'acción y efecto': levantamiento
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-metro 'medida': pluviómetro
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-voro 'que come': carnívoro
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-patía 'sentimiento, dolencia' cardiopatía
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EL NOMBRE O SUSTANTIVO
Al nacer nos ponen un
nombre con el que nos identificamos y al que respondemos cuando nos llaman. Las
cosas existen para nosotros porque las podemos nombrar. El nombre o sustantivo
sirve para referirnos a las personas, a los animales y a las cosas.
LA
FORMA DEL
NOMBRE
Un nombre o sustantivo está
formado por:
- un lexema o raíz, que indica su
significado;
- unos morfemas obligatorios: de género
(masculino o femenino) y número (singular o plural);
- unos morfemas optativos: prefijos y sufijos.
Observa los sufijos que
forman parte del sustantivo gatitos:
Sufijos del nombre: gatitos
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lexema
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sufijo diminutivo
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morfema de género masculino
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morfema de número plural
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gat-
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-it-
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-o-
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-s
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EL GÉNERO DEL NOMBRE
El género es una marca
gramatical que señala si el nombre es masculino o femenino. Delante de un
sustantivo masculino pueden aparecer los artículos el y los;
delante de un sustantivo femenino, la y las. En los seres
animados el género suele coincidir con el sexo de estos.
Para indicar el género del
nombre usamos:
Una terminación para el
masculino y otra diferente para el femenino:
- -o/-a: gato-gata, chico-chica.
- -e/-a: infante-infanta, monje-monja.
- -ø/-a: colegial-colegiala, león-leona.
Terminaciones especiales para el
femenino:
- -esa: conde-condesa, príncipe-princesa.
- -isa: sacerdote-sacerdotisa, profeta-profetisa.
- -ina: gallo-gallina, rey-reina.
- -triz: actor-actriz, emperador-emperatriz.
Palabras distintas o heterónimos:
papá-mamá, hombre-mujer, caballo-yegua.
Sin embargo, a veces la
oposición -o/-a no indica género, sino que:
- Diferencia significados: cochero-cochera,
gramático-gramática.
- Distingue el tamaño o la forma: cuchillo-cuchilla,
anillo-anilla, río-ría.
- Establece una diferencia entre el árbol y su
fruto: manzano-manzana, ciruelo-ciruela.
Casos especiales
Un sustantivo puede terminar
en -o y no ser masculino: mano, foto, moto,
o terminar en -a y no ser femenino: patriarca, papa.
Existen sustantivos que
son masculinos o femeninos por etimología, dependiendo de su origen, o por
tradición. Así, son masculinos los nombres de los días de la semana, los meses,
los colores, los ríos, los lagos, los mares y los océanos, y son femeninos los
de las letras, las ciencias o las islas: el martes, el Atlántico;
las matemáticas, las Caimán. Estos son otros ejemplos: sabor,
aceite, purgante, frutal; pandilla, tribu, amabilidad,
timidez.
Algunos sustantivos tienen la
misma forma para los dos géneros, por lo que tenemos que diferenciarlos:
- Añadiendo el artículo el o la: astronauta,
mártir, conserje.
- Empleando, junto al sustantivo, la palabra macho,
para el masculino, o hembra, para el femenino, en los nombres
epicenos (nombres que, con un solo género gramatical, designan seres de
ambos sexos): jilguero, pulga.
Se dice que un nombre es
ambiguo cuando se emplea como masculino o como femenino, y, por lo tanto,
podemos elegir entre ambas formas: el mar-la mar, el interrogante-la
interrogante, el calor-la calor.
Existen sustantivos cuyo
significado es diferente dependiendo del artículo que lleven delante: el
cólera-la cólera.
Por último, hay que hacer
referencia a los nombres colectivos, que son aquellos que, en singular, se
refieren a un grupo de cosas, animales o personas: el rebaño, la
arboleda, el populacho.
EL NÚMERO DEL NOMBRE
El sustantivo presenta dos
números: el singular y el plural.
Utilizamos el singular
para referimos a un solo ser o cosa: cachorro, tortuga, tortilla,
y el plural, para nombrar a varios: delfines, libros, zapatos.
Los nombres o sustantivos
que van precedidos por los artículos el o la son singulares; los
que llevan delante los o las son plurales.
Para indicar el número
plural de un nombre:
- Añadimos una -s si el
singular termina en vocal: lapicero-lapiceros, sofá-sofás, carne-carnes,
capó-capós, menú-menús.
- Añadimos la terminación -es
si el singular termina en consonante: pañal-pañales, balcón-balcones.
Pero hay algunas excepciones:
- Los sustantivos que en singular
terminan en -í o -ú hacen el plural añadiendo -es: jabalí-jabalíes,
rubí-rubíes, bantú-bantúes.
- Los sustantivos terminados en -s
o -x en singular, si su acentuación es llana o esdrújula, no
cambian de forma en el plural: el martes-los martes, la
crisis-las crisis, el dúplex-los dúplex.
- Cuando un sustantivo termina en -y, hace
su plural añadiendo -es: ley-leyes, rey-reyes,
excepto jersey-jerséis.
Además, hay nombres que sólo
se utilizan en singular: tez, cenit; o sólo en plural: albricias,
alicates. Otros se usan indistintamente en singular o plural para
referirse a un solo objeto: tijera-tijeras, pantalón-pantalones.
En ocasiones, la -s diferencia
significados: el celo-los celos, la víspera-las vísperas.
MORFEMAS OPTATIVOS DEL NOMBRE
Algunos sustantivos pueden
llevar distintos afijos que modifican su significado; si aparecen delante del
lexema se denominan prefijos: superabuelo, desconfianza,
y sufijos, si van detrás: librero, asturiano,
niñez.
LA
FUNCIÓN DEL
NOMBRE
El nombre es el núcleo
del sintagma nominal porque es la palabra más importante de éste. Puede ir
acompañado de:
- un determinante: la luna, tu
cartera, algún caramelo;
- un adjetivo calificativo antepuesto o
pospuesto: hermoso día, comida salada;
- otro sustantivo: mi amiga María, el
hombre lobo;
- un sintagma nominal o preposicional: Barcelona,
la Ciudad Condal;
bolso de mano;
- una proposición adjetiva: los patines que
me he comprado son pequeños.
El nombre puede realizar
cualquier función sintáctica: sujeto, complemento directo, complemento
indirecto, atributo, aposición, complemento agente, etc.
LA SIGNIFICACIÓN DEL NOMBRE
El sustantivo sirve para
nombrar a seres, ideas o cosas que existen en la realidad o en nuestra
imaginación: mariposa, hada, belleza, Dios.
CLASES DE NOMBRES
Según su significado, el
sustantivo puede ser:
Común. Nombra seres u objetos de la misma clase o con iguales
características: lapicero, botón.
Propio. Indica la individualidad de un ser
o una cosa frente a los de su misma especie: María, Guadalquivir. Cuando
se refiere a una persona, se llama antropónimo; si se refiere a un lugar
geográfico, se denomina topónimo.
Concreto. Designa a aquellos seres o
realidades con existencia real o imaginaria: oveja, bruja, robot.
Abstracto. Designa una cualidad, un concepto o un
estado que no podemos percibir por los sentidos si no es asociado a personas,
animales o cosas: blancura, virtud, libertad.
Individual. Indica un solo ser: pájaro, cerdo,
huevo.
Colectivo. Designa a un conjunto de animales
o cosas de la misma especie: bandada, piara, docena.
Contable. Nombra seres o cosas que podemos
contar: coche, televisión, cartera.
No contable. Nombra realidades que no se
pueden contar: aceite, vino, arena.
EL ADJETIVO: indica el atributo, la cualidad,
ubicación (esta carpeta) o cantidad
(muchos libros) de un sustantivo. Puede ir delante o detrás del
sustantivo, pero siempre expresa una cualidad de éste, concordando con él en
género y número, aunque algunos adjetivos pueden cambiar de significado según
su posición: este viejo amigo – este amigo viejo (pobre, grande, simple).
Muchas palabras funcionan como sustantivo o como adjetivo: los pastusos son
geniales- los hombres pastusos; el isleño está exhausto – el hombre isleño está
exhausto.
MORFOLOGÍA DEL
ADJETIVO
El adjetivo está formado
por:
- un lexema o raíz, que
indica el significado de la palabra: buen-o-s;
- un morfema gramatical de género
(masculino o femenino): buen-o-s;
- un morfema gramatical de número
(singular o plural): buen-o-s;
- a veces, un morfema derivativo (prefijo
o sufijo): buen-azo.
Estos son algunos de los
sufijos que admite el adjetivo: aumentativos (dulzón),
diminutivos (feíto), despectivos (fortachón, ,debilucho),
de gentilicios (pupialeño, pastuso), etc.
Muchos adjetivos se han
formado a partir de sustantivos o de verbos: calizo (cal), quejica (queja),
ahorrativo (ahorrar), riqueza (rico), pena (penoso), ternura (tierno)
Aquí tienes un ejemplo
de un adjetivo compuesto por un lexema y distintos tipos de morfemas:
Sufijos del adjetivo: buenacitas
|
lexema
|
Morfema derivativo
(sufijo diminutivo)
|
morfema gramatical de género femenino
|
morfema gramatical de número plural
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Buen-
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-ecit-
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-a-
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-s
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CLASIFICACIÓN MORFOLÓGICA
DEL ADJETIVO
Por su terminación: Variable: en género
(bueno, buena)y número (buenos, buenas); invariable: en género: feliz, feliz y
en número: feliz, felices).
Por su composición: Simple: útil;
compuesto: inútil, agridulce…
Por su derivación: primitivo: azul,
verde, amarillo, rojo; derivado: azuloso, verdoso, rojizo…; parasintético:
descorazonado.
EL GÉNERO Y EL
NÚMERO DEL ADJETIVO
Género: El adjetivo adopta el
género del sustantivo al que acompaña (gata blanca).
El género se indica mediante la oposición de
morfemas:
- o/a: barato, barata; salado,
salada.
- Ø/a: agresor, agresora; comprador, comprador
Algunos adjetivos son
invariables, lo que significa que una sola forma sirve para los dos géneros: cuaderno
verde, hierba verde; bombero audaz, muchacha audaz. , verde, azul,
temible, sagaz, fugaz.
Número: Los adjetivos forman su
plural añadiendo:
- -s, si el singular termina en
vocal: amigables, pequeños.
- -es, si el singular finaliza en consonante: juveniles,
retadores.
La concordancia del adjetivo
con el sustantivo
Como ya sabes, el sustantivo
y el adjetivo que lo acompaña tienen que concordar en género y número: casa
alta, viaje corto. Pero hay casos particulares de
concordancia a los que hay que prestar especial atención. Son los siguientes:
Cuando el adjetivo complementa
a dos o más sustantivos singulares del mismo género, debe tomar la forma
masculina o femenina en plural: mi libro y tu cuaderno son pequeños;
las simpáticas Ana y Mercedes.
Pero si un sustantivo
es masculino y el otro femenino, la concordancia debe hacerse en masculino
plural: ¿Has visto la falda y el saco
nuevos?
LOS GRADOS DEL
ADJETIVO
La cualidad de algunos
adjetivos admite grados, es decir, el adjetivo puede presentar las cualidades
de un sustantivo con distintas intensidades:
Grado positivo. Presenta la cualidad en un término
medio, sin cuantificarla: El cuadro es bonito.
Grado comparativo. Establece una relación entre la
cualidad de dos sustantivos, mediante la colocación de un adverbio delante del
adjetivo (más, menos, tan), en correlación con una conjunción
comparativa (que, como):
- de igualdad: tan grande
como;
- de superioridad: más
alto que;
- de inferioridad: menos
pesado que.
Grado superlativo. Muestra la cualidad en su grado más
alto:
- de forma absoluta, sin
compararlo con nada, mediante el sufijo -ísimo, un prefijo (re-,
requete-, super-, sobre-) o un adverbio + un adjetivo: buenísimo,
requetelisto, extremadamente limpio, muy risueño;
- de forma relativa, en relación con
otros: Jacinta es la más inteligente de la clase.
Algunos comparativos y
superlativos irregulares
Algunos adjetivos hacen
el comparativo y el superlativo con palabras cultas procedentes del latín, y
ciertos superlativos cultos alternan con otros populares: antiquísimo - muy
antiguo, misérrimo - muy mísero, paupérrimo – pobrísimo.
Aquí tienes algunos ejemplos
de comparativos y superlativos irregulares:
Grados del adjetivo
|
grado positivo
|
grado comparativo
|
grado superlativo
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bueno
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Mejor
|
óptimo
|
Malo
|
Peor
|
pésimo
|
grande
|
Mayor
|
máximo
|
pequeño
|
Menor
|
mínimo
|
|
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EL APÓCOPE DEL
ADJETIVO
Los adjetivos bueno, malo,
grande se apocopan (pierden su vocal final) delante de un sustantivo
masculino singular: buen amigo, mal final, gran día; santo
no se apocopa siempre: san Pedro, pero no *san Tomás, sino santo
Tomás.
FUNCIÓN DEL ADJETIVO
Cuando el adjetivo acompaña
a un sustantivo, tanto si va antepuesto (delante) como si va pospuesto
(detrás), lo complementa, funcionando como un adyacente: bonito libro,
leche caliente.
Si no acompaña a ningún
sustantivo, forma un sintagma adjetivo independiente, del que es el núcleo:
es muy listo; es fácil de imitar.
SIGNIFICACIÓN DEL
ADJETIVO
El adjetivo expresa cualidad,
acción, efecto, estado, etc., del nombre al que acompaña.
Distinguimos entre:
- Adjetivo especificativo.
Delimita el contenido del sustantivo, aportando una información necesaria:
muchacha encantadora, fiesta musical.
- Adjetivo explicativo.
Expresa una cualidad que asociamos con el sustantivo; se podría prescindir
de él porque su función es solo expresiva. Suele ir antepuesto al
sustantivo: negro carbón, florido mayo, negro azabache. Este
adjetivo se conoce con el nombre de epíteto que es un ornamento que da
colorido a la expresión si no es reiterativo y cursi por su repetida
utilización: distinguida dama, esforzado guerrero, verdes praderas…
En ocasiones, a repetición
de un adjetivo puede tener un valor expresivo: Pedro está loco, loco.
CLASES DE ADJETIVOS
Calificativos: expresan
características, atributos o cualidades físicas o morales inherentes (explicativos:
cielo azul, cometa fugaz, blanca nieve, negro azabache) o no connaturales al
sustantivo (especificativos: árbol frondoso, niño precoz).
Determinativos: precisan el
significado del sustantivo.
Numerales: cardinales,
ordinales, múltiplo (doble, triple, cuádruple..), partitivos (idea de división:
doceavo, quinceavo…), distributivos (sendos), colectivos (agrupación: docena,
mil, ciento, veintena…),
Gentilicios: indican lugar u
origen.
Posesivos: señalan posesión
o pertenencia: mío, tuyo, suyo, mi, tu, sus, nuestro, etc.
Demostrativos: señalan la
situación de los objetos o personas en relación con la persona del coloquio:
este, ese, aquel, aquella, aquellos, aquellas, esta, estas, etc.
Indefinidos: designan personas
o cosas en forma vaga: algún, algunos, algunas, muchos, pocos, pocas, etc.
Relativos: son los que se
refieren a un sustantivo o elemento sustantivado previamente expresado, llamado
antecedente. La tierra que compré, la ciudad donde nací..(cuando, el cual).
LA
ADJETIVACIÓN
Es un proceso
paralelo a la sustantivación, por el que otros tipos de palabras funcionan como
adjetivos: sustantivos: ser hombre rana es peligroso; adverbios: está de moda entre los niños bien.
FUNCIONES DEL ADJETIVO
En la gramática
generativa se ha visto que el adjetivo sólo interviene en una clase de
oraciones nucleares.
O: SN (Det. + Nombre= la noche) + SP (cópula + sintagma
adjetivo = está estrellada). Se llama sintagma adjetivo porque está compuesto
de un lexema y de los morfemas de género y número.
EL VERBO
El verbo es el núcleo del predicado. En una
oración, expresa la acción que realiza el sujeto; también indica permanencia
o estado.
|
|
FORMA
|
Presenta formas simples,
que constan de una sola palabra: canto, temía, partiré; formas
compuestas constituidas por dos o más palabras y que son los llamados tiempos
compuestos: he cantado, hubiera temido, habrá partido y además
perífrasis verbales: tengo que cantar, volvió a temer, voy a partir.
Admite las categorías gramaticales de tiempo (presente, pasado, futuro,
copretérito, pospretérito), modo (indicativo, subjuntivo e imperativo) y voz
(activa y pasiva), además de las de
persona (yo, tú, el…), que comparte con los pronombres personales y posesivos,
y la de número que se da también en el sustantivo y el adjetivo. Carece de
género, excepto el participio (cantado, cantada).
Las formas verbales constan
de un lexema o raíz que encierra el significado léxico del verbo y de formantes
constitutivos, desinencias o morfemas que aportan la información gramatical
varía: número, persona, tiempo, modo y aspecto. Entre el lexema y los formantes
constitutivos se sitúa la vocal temática que informa sobre la conjugación a la que pertenece el verbo y
que aparece sin alteración en el infinitivo (cantar, jugar). El verbo admite
formantes facultativos y constituyentes.
Los formantes facultativos
son prefijos: des- deshacer, re- rehacer, ante- anteponer, contra-
contraponer, en- ensuciar, em- embarcar, entre- entreabrir, inter- intercambiar,
pre- prever, tras- trasnochar, sub- subestimar, sobre- sobrecargar, y sufijos:
-ear, vocear, lloriquear; -ecer, favorecer, oscurecer; -ejar, cotejar,
bosquejar; -guar, santiguar, amortiguar; -ificar, bonificar, cuantificar; -uar,
actuar, conceptuar; -iar, carbonizar, economizar.
Los formantes constituyentes
o gramaticales pueden ser:
1) Desinencias, morfemas
flexivos que se añaden al tema (lexema + vocal temática) para indicar: tiempo
(presente, pasado o futuro), modo (indicativo, subjuntivo, e
imperativo), número (singular o plural) y persona (primera,
segunda o tercera2) Sufijos verbales (-ar, -er, -ir
del infinitivo; -ando, -endo del gerundio y -ado, -ido del
participio), terminaciones propias de las formas no personales del verbo,
llamadas también verboides.
3) Verbos auxiliares:
Los tiempos compuestos de los verbos y la pasiva se construyen en español
mediante verbos auxiliares (haber y ser) y el participio del
verbo que se conjuga. Por lo tanto, estos verbos auxiliares están
gramaticalizados; es decir, han perdido su significado propio y han pasado a
ser meros morfemas de la forma verbal que le sigue —el auténtico verbo—,
indicando el tiempo, modo, número y persona de la forma compleja verbal
resultante.
Los
verbos pueden ser de diferentes clases: regulares, irregulares, defectivos,
auxiliares, copulativos, transitivos, intransitivos, pronominales, entre otros.
Desde un punto de vista
formal los verbos pueden ser regulares, irregulares y defectivos. Según
criterios morfosintácticos, los verbos se clasifican en verbos auxiliares,
plenos, copulativos, predicativos, transitivos, intransitivos, pronominales,
regulares, irregulares y defectivos, y según su significado léxico en verbos
perfectivos e imperfectivos, incoativos, frecuentativos e iterativos.
Los verbos defectivos
no son verbos irregulares desde el punto de vista formal, sino que carecen de
algún tiempo o persona; unas veces, por su especial significado, y otras, por
dificultades de pronunciación. Así, son defectivos los verbos impersonales que,
por su significación de fenómenos atmosféricos o de naturaleza sólo se utilizan
en tercera persona de singular: amanecer, anochecer, llover, nevar, tronar,
granizar... Hay otros verbos defectivos de uso frecuente: balbucir,
balbucí; agredir, agredió; abolir, abolió; transgredir, transgredió; atañer,
atañe; concernir, concierne; soler, suele, solía, solió.
Los verbos plenos son
aquellos que poseen contenido semántico pleno: comer, golpear, llorar, dormir.
Los verbos predicativos
son los que tienen significado pleno y constituyen el núcleo sintáctico y
semántico del predicado: el perro duerme, el obrero trabajaba.
Los verbos pronominales
son los que se construyen con pronombres reflexivos, de igual persona que el
sujeto del verbo: marcharse, arrepentirse, avergonzarse, alegrarse,
asombrarse... A este grupo pertenecen los verbos reflexivos, que los hay de dos
tipos: reflexivos formales, los que tienen forma reflexiva pero no valor
reflexivo; la acción no recae sobre el sujeto que la realiza: Juan se
atreve; y reflexivos gramaticales, aquellos en los que el sujeto es a la
vez objeto de la acción: lavarse, peinarse...: Sergio se lava. Daniel se
peina. Verbos recíprocos son los que implican a varios sujetos que realizan
la misma acción y la reciben mutuamente: Daniel y Sergio se pelean.
EL ADVERBIO
Forma
El adverbio es una parte
invariable de la oración; es decir, mantiene la misma forma independientemente
de la palabra a la que acompañe.
Se presenta en dos formas:
- Simple: si está compuesto solo
por un lexema (hoy).
- Compuesta: si está formado por
derivación, sufijación o es una locución adverbial (alegremente; de vez
en cuando).
Sólo unos pocos adverbios
admiten un morfema diminutivo (-ito, -illo): tempranito,
poquillo, o superlativo (-ísimo): muchísimo, tardísimo.
Algunos se apocopan: tanto
y cuanto pierden su última sílaba si van delante de un adjetivo o un
adverbio (tan enfermo, cuan largo era), y mucho se
convierte en muy (muy importante); igualmente, cuando dos adverbios
terminados en -mente van juntos, el primero pierde esta terminación: lisa
y llanamente.
Las locuciones o frases
adverbiales son grupos de palabras cuyos elementos no podemos separar
porque equivalen a adverbios y funcionan como tales:
a buen seguro, a ciencia
cierta ,a duras penas, a escondidas , a la chita callando, a las claras ,a pie
juntillas, de cabo a cabo, de cuando en cuando, de
memoria , de repente, en balde, hoy por hoy, poco a poco, según y como, etc.
Función
El adverbio puede complementar
a:
- un verbo: ve despacio;
- un adjetivo: es demasiado
lento;
- otro adverbio: canta muy
bien.
3. Significación
Los adverbios precisan
o determinan de forma clara la significación del verbo, adjetivo o adverbio al
que complementan. Pueden expresar lugar, tiempo, cantidad, modo, afirmación,
negación y duda.
Los adverbios de lugar
y tiempo son deícticos, señalan proximidad o lejanía con respecto a un
espacio o a un tiempo (aquí / allí; antes / después).
Clases de
adverbios
|
|
|
De
lugar
|
aquí,
allí, ahí, acá, allá, cerca, lejos, delante, detrás, abajo, arriba, fuera,
dentro, enfrente, donde, adonde, alrededor de, etc.
|
De
tiempo
|
anteayer,
ayer, hoy, mañana, antes, ahora, después, luego, mientras, cuando, pronto,
ya, entonces, recién, siempre, etc.
|
De
cantidad
|
muy,
mucho, poco, algo, bastante, demasiado, harto, además, nada, más, menos,
tanto, tan, cuanto, cuan, apenas, casi, etc.
|
De
modo
|
bien,
mal, deprisa, despacio, mejor, peor, adrede, aposta, así, como, según,
conforme, duro
y muchos terminados en -mente.
|
De
afirmación
|
sí,
cierto, ciertamente, efectivamente, afirmativamente, sin duda,
verdaderamente, también, claro, etc.
|
De
negación
|
no,
nunca, jamás, tampoco, absolutamente, apenas, etc.
|
De
duda
|
acaso,
quizá, quizás, tal vez, a lo mejor, probablemente, igual, etc.
|
|
|
EL PRONOMBRE
Como ya sabes, el pronombre
es la parte de la oración que puede ocupar el lugar del nombre, es decir, que
lo sustituye: Él (Juan) llegó tarde. Su significado, por tanto, depende
del contexto, pues un pronombre puede hacer referencia a una persona, a un
animal o a una cosa.
FORMA
1ª persona del singular:
yo, me, mí, conmigo.
1ª persona del plural:
nosotros/nosotras, nos.
2ª persona del singular:
tú/usted/vos, te, ti, contigo.
2ª persona del plural:
vosotros/vosotras/ustedes, os.
3ª persona del singular:
él/ella/ello, lo/la, le/se/sí, consigo.
3ª persona del plural:
ellos/ellas, los/las, les/se/sí, consigo.
Algunos pronombres admiten
variación de género: nosotros(as), vosotros(as), ellos(as); otros no: yo,
tú, ustedes, me, sí, etc.
FUNCIÓN
Los pronombres desempeñan
la misma función que un sustantivo. Pueden hacer de sujeto: yo
estudio; complemento directo: te vieron; indirecto: nos
trajeron un regalo, etc.
Cada pronombre puede hacer
determinadas funciones pero no todas. Solo pueden ser sujeto: yo, tú, usted,
él, ella, ello, nosotros, nosotras, vosotros, vosotras, ustedes, ellos, ellas;
otros pueden ser solo complemento directo, indirecto o circunstancial.
SIGNIFICACIÓN
En singular, la primera
persona se refiere al que habla (yo); la segunda, a aquel a quien se
habla (tú), y la tercera, a aquel o a aquello de lo que se habla (él).
En plural, la primera persona incluye al hablante más otros (nosotros);
la segunda, al oyente más otros (vosotros), y la tercera, a un conjunto
en el que no se incluyen ni el hablante ni el oyente (ellos).
USOS Y VALORES
Me, te, se, nos, os, se son reflexivos en
oraciones en las que el sujeto realiza y recibe la acción: yo me
lavo; ella se peina el pelo.
Nos, os, se son recíprocos
(mutuos) en oraciones cuyo sujeto está en plural o es múltiple y la acción que
realiza cada uno de ellos recae en los demás, y viceversa: Nosotros nos
tuteamos; Ana y Marcos se cartean.
En casi toda España, para
dirigirse a una segunda persona con la que se tiene confianza se utiliza tú
o vosotros, y para indicar respeto o distanciamiento, usted o ustedes.
Andalucía, Canarias y algunas zonas de América sustituyen vosotros por ustedes;
en otras zonas de América vos se utiliza en lugar de tú (voseo): vos
dirás.
Las formas usted y ustedes
se combinan con la tercera persona verbal en lugar de con la segunda (aunque
pertenezcan a esta): pase usted primero; ustedes nos invitaron ayer.
Los pronombres lo, la,
le, como complemento directo o indirecto: para expresar el complemento
directo hemos de utilizar los pronombres lo, la, los y las. La Academia admite también
el pronombre le cuando se refiere a personas, pero no cuando se refiere
a cosas (leísmo):
—¿Has visto mi nuevo
sombrero?
—Sí, *le he visto.
Para el complemento indirecto
hemos de utilizar los pronombres le (para el masculino o femenino
singular) o les (para el masculino o femenino plural). Se consideran
usos incorrectos utilizar lo (loísmo) para el masculino singular: *Lo
di un beso; o la (laísmo) para el femenino singular: *La
di diez euros para ir al cine.
Ello no sustituye a un
sustantivo, sino a una proposición: Carlos tuvo un comportamiento ejemplar;
ello (tener un comportamiento ejemplar) satisfizo a su abuelo. En la
actualidad apenas se usa (fuera de la escritura culta) y suele sustituirse por esto,
lo que, etc.
El pronombre se sustituye
en muchos casos a le, pero puede tener otros valores: reflexivo (ella
se lava), recíproco (ellos se hablan), impersonal (se come bien
aquí), de pasiva refleja (se venden pisos), etc.
ORTOGRAFÍA
Los pronombres átonos
se unen a las formas verbales cuando van detrás de estas, pero no cuando las
anteceden: asómbrame pero me asombra; díjotelo
pero te lo dijo.
Conmigo, contigo y consigo
se han formado a partir de la unión de la preposición con, un pronombre
y la preposición con otra vez (porque en latín la preposición con
(cum) se ponía después del pronombre, por ejemplo: me cum >
con me cum > conmigo). Hoy lo escribimos siempre como una sola
palabra.
El pronombre se debe anteponerse
a los pronombres me y te; no hacerlo se considera un vulgarismo: se
me escapó; se te fueron.
LA PREPOSICIÓN
CARACTERÍSTICAS
- Son elementos
relacionantes; es decir, que ponen en relación una palabra con otra: la
casa de Pedro.
- Son invariables:
no tienen género, número... Es decir, no llevan desinencias: La casa de
los primos.
- Subordinan
nombres El libro de lengua, pronombres (saldré contigo),
oraciones con verbos en forma no personal (digna de ser amada),
complementos (directo: amo a Luisa; indirecto: le regalé un
libro a Teresa; circunstancial: Miraba el libro con
atención; determinativo: entrada con descuento).
- Subordinan
proposiciones sustantivas: La idea de que viniera conmigo me
emocionaba.
CLASES
DE PREPOSICIONES
-
Estas son las preposiciones propias
del español:
a, ante, bajo, con, contra, de, desde, durante, en, entre, hacia, hasta,
mediante, para, por según, sin sobre, tras.
Seguramente
en la lista que aprendiste en la escuela se incluían cabe y so. Cabe
se ha sustituido por junto: está cabe la puerta; está junto
a la puerta. En lugar de so se utiliza bajo: está so
la mesa; está bajo la m esa.
So
y cabe son
arcaísmos; es decir, palabras antiguas que ya no se utilizan. So se
sigue usando en expresiones como so pena de...; so pretexto de...
También
existen preposiciones que no se encuentran en la lista anterior. Sin
preposiciones nuevas. Helas aquí:
Preposición
|
Significado
|
Ejemplo
|
Vía
|
por
medio de (por)
camino
(por)
|
el
aprobado se consigue vía estudio
el
tren va a Vigo vía Medina del campo
|
Durante
|
tiempo
(en)
|
me
divierto durante las vacaciones
|
Mediante
|
por
medio de (por)
|
Lo
conseguirás mediante el trabajo
|
Pro
|
en
defensa de (por)
|
sorteo
pro viaje de fin de estudios
|
La
preposición SEGÚN: es la única tónica y la única que puede combinarse
con un verbo: según fuentes oficiales; se iban sentando según
iban llegando; según el profesor…
- Estas son las preposiciones impropias
·
También
se llaman locuciones prepositivas;
están constituidas por dos o más palabras que forman un conjunto indivisible.
·
·
a
causa de: se suspendió la carrera a causa de la lluvia
·
gracias
a: Conseguí aprobar gracias a Teresa.
·
rumbo
a: saldrá rumbo al pueblo.
·
en
compañía de: me encontré en compañía de mis amigos.
·
delante
de: estoy delante de Luis.
·
acerca
de: se habló acerca de la película.
·
detrás
de: se encuentra detrás de la puerta.
Estas
locuciones prepositivas pueden sustituirse por una preposición. Ejemplo: se
suspendió la carrera a causa de la lluvia: se suspendió la carrera por la
lluvia.
- Las locuciones prepositivas más
usuales
Preposición
|
Locución
|
Ejemplo
|
Tras
|
detrás
de
después
de
|
Tu
casa está tras la mía
En
la cola, yo iba tras de ti
|
sobre
|
encima
de
acerca
de
|
Lo
encontrarás sobre la mesa
La
conferencia trata sobre música
|
contra
|
en
contra de
|
Mi
equipo juega contra el tuyo
|
Bajo
|
debajo
de
|
El
cuaderno está bajo el libro
|
Ante
|
delante
de
|
Se
colocó ante el jefe
|
- Errores más usuales en el uso
de las preposiciones
- 1.
La construcción a por es muy común en España: Voy a por la niña.
- 2.
La preposición a no se puede usar como complemento de otro sustantivo.
Ejemplos:
- avión a reacción: avión de
reacción, avión por reacción
- cuestiones a
tratar:
cuestiones por tratar
- problemas a
resolver:
problemas por resolver.
- camisa a rayas: camisa de
rayas
Este
uso de a decimos que es un galicismo (su uso es normal en francés)
- el uso de la
preposición de puede dar lugar a casos de dequeísmo.
- contra más estudio menos
apruebo: uso incorrecto. Se debe decir cuanto más estudio.
- Las preposiciones no admiten
adjetivos
- Como sabemos,
los adjetivos acompañan a los nombres: mesa grande, libro interesante...
- La construcción
de algunas preposiciones con adjetivo es muy corriente; no debemos olvidar
que es incorrecta.
Ejemplos:
·
Pedro está detrás tuyo ------------ está detrás de ti
·
Se puso delante mío -------------- delante de mí
·
El libro está debajo tuyo ---------- debajo de ti
·
Otras
preposiciones que se usan incorrectamente: encima, enfrente, después.
EL ARTÍCULO
Cuando un nombre o sustantivo
aparece sin determinantes, nos imaginamos algo abstracto, que solo existe en
nuestra mente (libro); pero cuando encontramos ese mismo nombre
acompañado por un antecedente, como puede ser un artículo, se convierte
en algo concreto y cercano a nosotros (el libro).
FORMA DEL ARTÍCULO
Los artículos pueden ser
determinados o indeterminados. Los primeros se utilizan cuando el sustantivo al
que acompañan nos es conocido (la deportista); el segundo, cuando nos es
desconocido (una deportista). Partiendo de esta clasificación, el
artículo presenta las siguientes formas:
Artículos determinados
|
|
masculino
|
femenino
|
neutro
|
singular
|
el
|
la
|
lo
|
plural
|
los
|
las
|
los*
|
|
|
Artículos indeterminados
|
|
masculino
|
femenino
|
singular
|
un
|
una
|
plural
|
unos
|
unas
|
|
|
Artículos contractos
|
al
|
del
|
formado por la preposición a + el
artículo el
|
formado por la preposición de + el
artículo el
|
|
|
FUNCIÓN DEL ARTÍCULO
El artículo es un determinante
que acompaña a un sustantivo, informando por anticipado de cuál es el género y
el número de éste: el balón, la canasta, los espectadores, las amigas.
Si va delante de otras
palabras que no sean sustantivos, hace que estas funcionen igual que si lo
fueran; es decir, las sustantiva. Amarillo e infeliz, por
ejemplo, son dos adjetivos, y sí es un adverbio; pero si les ponemos
delante un artículo, se convierten en nombres o sustantivos: el amarillo,
la infeliz; le dio el sí.
Cuando el artículo el
lleva delante las preposiciones a o de, se contraen y dan lugar a
los artículos contractos al o del. Estos siempre forman parte de
un sintagma preposicional: mañana saldremos al campo; la puerta del colegio
está cerrada. Al hacer un análisis sintáctico, cada uno de los elementos
que componen un artículo contracto se debe analizar por separado: la
preposición es un enlace; y el artículo, un determinante.
SIGNIFICACIÓN DEL ARTÍCULO
El artículo no tiene por
sí mismo ningún significado.
Como ya hemos dicho, utilizamos
el artículo determinado cuando el sustantivo al que acompaña nos es conocido: el
colegio, la plaza, los columpios, las mochilas.
El artículo indeterminado lo usamos
cuando el sustantivo nos es desconocido: unas gafas, un país. En
ocasiones su significado es idéntico al de un determinante indefinido o
numeral: deme un periódico, no dos.
Algunas observaciones sobre el artículo
El artículo es necesario
cuando el sustantivo va en singular; sin embargo, podemos prescindir de él si
el sustantivo es plural: decimos leí un libro y no *leí libro,
pero tan correcto es decir: leí libros como decir: leí unos libros.
Cuando la palabra que sigue al
artículo es un sustantivo femenino, en singular, que comienza por a o ha
tónicas, es decir, acentuadas, la forma del artículo que hemos de poner es el
o un: el agua está fría; un hada le dio con su varita
mágica. Pero si entre el artículo y el sustantivo ponemos un adjetivo, o
utilizamos el sustantivo en plural, la forma que hemos de elegir es la
femenina: la fría agua; unas hadas.
En español no se considera
elegante, sino vulgar, utilizar el artículo delante de un nombre propio de
persona: Pepa, Juana; pero no *la Pepa ni *la Juana.
Si el nombre propio está
formado por el artículo el seguido de un sustantivo, como El Mundo,
El Cairo, etc., y debemos poner delante las preposiciones a o de,
estas no se unen al artículo para formar el contracto: la noticia la he
tomado de El Mundo; en verano voy a El Cairo.
La mayoría de las frases
que decimos contiene alguna conjunción, y las interjecciones son casi
imprescindibles en el lenguaje hablado. Sin embargo, a veces, pasan casi
inadvertidas y muy a menudo no les concedemos la importancia, que, como
cualquier otro tipo de palabras, tienen. Con las conjunciones relacionamos
palabras, sintagmas u oraciones. Con las interjecciones expresamos sentimientos
de asombro, sorpresa, miedo, dolor, etc.
LAS CONJUNCIONES
Forma
Son palabras invariables, que,
dependiendo de su forma, pueden ser de dos tipos:
- Simples: ni, mas.
- Compuestas. Se forman por
la unión de dos palabras: aunque (aun + que), sino
(si + no), o bien pueden ser locuciones conjuntivas,
grupos de palabras que han perdido su significado primitivo y se han
convertido en nexos: a pesar de, así es que, etc.
Función
Las conjunciones enlazan y
relacionan palabras, sintagmas u oraciones.
Significación
Establecen una relación de
coordinación o subordinación entre los elementos que enlazan. Cuando las
conjunciones unen palabras o sintagmas, la relación suele ser de coordinación (Es
aconsejable comer fruta y verdura todos los días); si unen
oraciones, puede ser de coordinación (Cuando llegue a casa, haremos la
compra o limpiaremos la casa) o de subordinación (El profesor
esperó para que pudieran hablar con él).
Clasificación
Coordinantes. Los elementos
que unen son de la misma categoría (palabras, sintagmas, frases) y tienen
sentido independiente: Me gusta tomar el sol en la playa, pero
prefiero bañarme en la piscina.
Subordinantes. Relacionan una
oración con una palabra u otra oración, indicando que depende de ella y la
complementa: Te perdonó a pesar de que estaba muy enfadado.
Conjunciones coordinantes
|
Tipos
|
Nexos
|
Copulativas: suman o enlazan
elementos.
|
y, e (cuando la palabra siguiente comienza por i
o hi), ni.
|
Disyuntivas: introducen una
oposición o diferencia entre dos cosas entre las que tenemos que elegir.
|
o, u (cuando la palabra que le sigue empieza
por o).
|
Distributivas: relacionan
reiterativamente dos términos que se dan como opciones.
|
ya ... ya, bien ... bien
|
Adversativas: conectan oraciones
entre las que se expresa una oposición o contrariedad.
|
mas, pero, aunque, sino
|
Explicativas: introducen una
aclaración a lo dicho anteriormente.
|
es decir, o sea, a saber, esto es
|
Conjunciones
subordinantes
|
Tipos
|
Nexos
|
Completivas: introducen
oraciones sustantivas.
|
que
|
Causales: preceden a oraciones en las que se
explica algo.
|
porque, ya que, puesto que, supuesto que,
pues, como, etc.
|
Consecutivas: introducen
oraciones que expresan una consecuencia.
|
luego, conque, pues, por consiguiente, así
pues, así que,
etc.
|
Finales: anteceden a oraciones que explican
para qué el sujeto realiza algo.
|
para que, a fin de que, con el fin de que,
a que, que, con vistas a que, etc.
|
Condicionales: introducen una
condición para que se cumpla lo expuesto en la oración principal.
|
si, con tal de que, siempre que, en el caso
de que, a menos que, a condición de que, etc.
|
Concesivas: preceden a
oraciones que presentan una objeción u obstáculo a lo expresado en la oración
principal, sin impedir su realización.
|
aunque, a pesar de que, aun cuando, si
bien, bien que,
etc.
|
De lugar: introducen oraciones que implican
una noción espacial.
|
donde, adonde
|
Temporales: preceden a
oraciones que expresan tiempo.
|
cuando, mientras, antes (de) que, después
de que,
etc.
|
Modales: introducen oraciones que explican el
modo en que se realiza la oración principal.
|
como, según, de modo que, tal y como, etc..
|
Comparativas: conectan elementos
entre los que se establece una relación de superioridad, igualdad o
inferioridad.
|
más ... que, mayor ... que, mejor ... que,
tanto ... cuanto, tan(to) .. .como, así ... como, menos ... que, menor ...
que, peor ... que.
|
|
|
LA INTERJECCIÓN
Forma
Son palabras invariables que, por
su significado, por las ideas que expresan, aparecen entre signos de
exclamación.
Pueden ser de tres tipos:
- Propias. Palabras que
siempre se usan como interjecciones: ¡Ah!, ¡Ay!
- Impropias. Palabras o
frases que utilizamos a veces como exclamaciones, pero que normalmente no
lo son: ¡Alto!, ¡Demonios!, ¡Hombre!, ¡Naranjas de
la China!,
¡Qué remedio!
- Onomatopeyas. Palabras que
imitan distintos sonidos:¡Pum!, ¡Miau!, ¡Chas!
En ocasiones, una interjección
puede usarse repetida para recalcar una idea, como ¡Ja, ja, ja!, que
expresa risa, burla o incredulidad.
Función
Las interjecciones funcionan como
oraciones independientes.
Significación
Con ellas expresamos emociones
o sentimientos, de alegría, dolor, sorpresa, enojo, deseo, repugnancia,
cansancio, etc., o imitamos ruidos: ¡Ajá!, ¡Digo!, ¡Maldición!,
¡Ojalá!, ¡Puaf!, ¡Uf! ¡Zas!, ¡Zasca, ¡Uaaah!,
¡Cloc!; intentamos llamar la atención de los demás: ¡Psss...!;
aplaudimos o incitamos a alguien para que haga algo: ¡Bravo!, ¡Olé!,
¡Chitón!, ¡Aire!, ¡Ánimo!, ¡Aúpa!; saludamos a alguien
o nos despedimos: ¡Hola!, ¡Adiós!, ¡Chao!
BIBLIOGRAFÍA
- COMUNICACIÓN. Prof. Juan Luis Fuentes.
- GRAN
ENCICLOPEDIA EDUCATIVA. Sección gramática.
- LENGUAJE ICFES.
- GRAMÁTICA DE LA LENGUA CASTELLANA
- ENCICLOPEDIA
ENCARTA.
- LARAUSE DE LA
CONJUGACIÓN.
Taller de producción escrita:
la
construcción de puentes con la
sociedad
Pequeño
manual de gramática
Un ABC para revisar una secuencia de palabras que
no se entiende
Ojo, si tu compañero, tu
pareja, un amigo, un profesor o cualquier lector te pregunta que qué querías
decir exactamente en una secuencia de palabras
–oración o párrafo–, lo más probable es que allí haya un manejo errado o
equivocado del lenguaje.
He aquí unas preguntas
claves que, cual lista de chequeo, podrías aplicar para identificar el
problema:
-
¿Estará faltando una
palabra? Sí, a veces es así de elemental la dificultad de comprensión de un
texto.
-
¿Estaré usando de manera
adecuada la puntuación? Miremos. Los puntos son para…., las comas para…. Los
puntos aparte para….
-
¿Qué conectores utilizo
en esa secuencia de palabras? (Recuerda que estos son las palabras y, o,
pero, entonces, incluso, después, al mismo tiempo, antes, atrás, al frente….)
¿Son los adecuados?
-
¿Habrá fallas de
concordancia? Mira bien si estás usando el mismo tiempo verbal siempre, si
hay correspondencia en cuanto al manejo de lo singular o lo plural, o de lo
femenino y lo masculino.
-
¿O será que estoy
utilizando una o varias palabras que no solo no son fieles al sentido de lo
que quiero decir sino que lo tergiversan completamente?
Este pequeño manual de gramática, construido con ejemplos de textos
producidos por ustedes mismos, busca ofrecer algunas herramientas para
revisar cuidadosamente sus escritos y hacer versiones cada vez mejores. Por
supuesto, son apenas unas orientaciones básicas o un abrebocas a la
gramática.
|
los
signos de puntuación
El párrafo y punto y aparte
Los
escritos están divididos en párrafos. Un párrafo es la agrupación de oraciones,
que están enlazadas entre sí para exponer una idea completa. Por lo general, en
un párrafo se expresa una sola idea. Cada párrafo termina con un punto y
aparte.
Doña Juana se volvió loca, se le corrió la
teja. Por la muerte de su hijo perdió la cordura, ahora ya no sabe ni dónde
está parada, lo único que hace es andar en la calle, sucia, despeinada y sin
zapatos. Llora y grita por su hijo ya fallecido.
Cosas como esta escuchaba de vez en cuando y me
decía a mí mismo: “Eso es que la gente se hace para llamar la atención”.
-------------------------
Eran
la 8:30 de la mañana de un 14 de julio. Ese día a mí me tocaba ranchear, o sea cocinar,
pero ese día dieron la orden de hacer presencia en la carretera y montar un
retén, como me tocaba el rancho, escondí en un lugar muy oculto las ollas, el
aceite, el arroz, los huevos, la sal, todos los víveres, con el equipo de
asalto, pensé que estaban ocultos y nos fuimos a la carretera a cumplir la
orden del máximo comandante del bloque.
“Al llegar a la carretera” como dice la
canción del viejo Durán, paramos a todo vehículo y personas que iban de a pie,
esa era la orden que nos habían dado, querían resultados positivos.
-----------------------
Pero
Silfredo iba reaccionando en vano porque en realidad no se ubicaba, no sólo
fallaba como cazador, sino que además su sentido de la orientación se había
extraviado. Además ya no había sol para orientarse, el oscuro definitivamente
le había ganado al verde. Nada podía hacer, sino descansar. Fue entonces en ese
anochecer, cuando volvió a acordarse de Dios y se aferró a su creencia en medio
de tanta oscuridad.
No dormía, sino que recordaba todo su trayecto,
intentaba reconstruir cada paso que había dado, cada huella dejada desde su
partida.
----------------------------
El punto
Va al
final de una secuencia de palabras que tienen un sentido completo, es decir
cuando termina la expresión de una idea completa. Las oraciones pueden ser
cortas o largas y complejas. Cuando se está leyendo en voz alta, indica que se
hace una pausa y se baja la voz en la última palabra:
Hacía frío.
Esa primera
semana fue durísima.
Yo
quedé en compañía del comandante.
El ranchero preparó un menú muy sencillo:
arroz, jamoneta y frutiño. A eso de las seis de la tarde empezamos la caminata
otra vez, ya con un poco más de miedo.
El me dijo: te vas para arriba, para la Sierra, vamos a trabajar con los paracos, allá pagan
bien y te ayudan con tus hijos.
La
coma
Señala una pausa dentro de una oración. Cuando
se lee en voz alta, esta pausa no es tan marcada como cuando hay un punto y por
lo general se mantiene el tono de voz.
La coma tiene varias aplicaciones:
- Se
utiliza cuando se mencionan de manera seguida palabras de una misma
categoría:
[…] escondí en un lugar muy oculto las ollas, el aceite, el
arroz, los huevos, la sal, […]
Esa noche no dormí el
hambre, sueño, cansancio, frió y una
tristeza enorme y profunda que nunca había sentido,…
…pues el camino era largo, peligroso,
pendiente, resbaloso.
…entre ella
estaba Martha, Camila, Constanza, maría, Liliana, Mercedes y Margarita; entre
los hombres estábamos Jorge, Ricardo, Manuel, Alfonso, Fernando, Juan Pablo.
Por la mañana, por la noche, a toda hora me
atormentaba el dolor de cabeza.
- Cuando
en una misma oración hay varias frases con alguna relación entre sí:
Llegaron
compañeros de donde él se encontraba, yo tenía curiosidad de saber los detalles
de su supuesta muerte, pero allí nació una esperanza, ellos me hablaron del
difunto y me dieron una descripción muy diferente a la de mi compañero.
Fue
la noche más larga de mi vida, llovió todo el tiempo, nos trepamos a un árbol,
el frío y el hambre eran insoportables, mi compañero y yo hablamos toda la
noche, recordamos a los muchachos que habían muerto, también nos juramos que si
salíamos vivos, cada uno se visitaría para conocer a su familia.
Seguimos escondidos tres días mientras el
ejército se calmaba, comiendo mal, durmiendo mal y asustados.
Ocho
meses más tarde llegó el momento de la desmovilización, los dos teníamos metas
muy diferentes por realizar, Juan me decía que él se iba para Cartagena a
trabajar, que allí se encontraba una hermana, yo por mi parte decía que iba a
hacer el curso de vigilancia para trabajar en alguna empresa, bueno todo esto
era pura fantasía.
Y a veces me pregunto qué hacía yo en un grupo
armado al margen de la ley, durmiendo con dificultad, durmiendo por horas,
matando mosquitos en las noches, con zozobra de que se metiera el enemigo y lo
matara a uno.
- Cuando
la oración indica que se está dirigiendo a una persona o cosa
personalizada:
Oye mujer, párate a sancochar las yucas.
Libertad, eso era lo que quería.
- Se
ponen entre comas también las frases u oraciones que sirven para explicar
algo y que momentáneamente cortan la oración:
Pero en medio del miedo y del cansancio, con
todo mi cuerpo arrastrado y adolorido, le cumplí su orden como debía ser, al
pie de la letra.
Pero en medio del miedo y del cansancio (con
todo mi cuerpo arrastrado y adolorido) le cumplí su orden como debía ser, al
pie de la letra.
---
Yo, con mi dolor, sorprendido miré mi cuerpo
observando la pierna derecha destrozada.
Yo (con
mi dolor) sorprendido miré mi cuerpo observando la pierna derecha destrozada.
- La
coma se usa también cuando una oración se inicia con una expresión de
tiempo, de lugar o de modo.
Diciembre, un día con una rutina normal en el
Chocó […]
Ese día, en esa marcha había un sol canicular….
A los dos días, todavía estaba enguayabado.
Precisamente
desde ese lugar, se divisaba todo el valle.
Efectivamente,
se trataba de una promesa que no podía cumplir.
- Igualmente
se separa con coma la palabra etcétera.
La maestra pidió que sacáramos los nuestros
útiles: lápiz, compás, esfero, regla, etcétera.
Punto
y coma
Aunque significa una pausa, y un leve
descenso en el tono cuando se hace la lectura en voz alta (como si fuera un
punto) no implica el fin de la oración completa, sino un simple descanso para
separar dos aspectos de un mismo asunto. Ante la duda, se recomienda preferir
el punto:
…también me requisaron y pidieron documentos;
pero a Juan, por muchos papeles que mostraba, no dejaban de preguntarle a qué
iba a esa región.
…nos preguntó a nosotros cinco si de verdad nos
íbamos a dejar matar por un triste revolver; pero nuestra palabra era que no
sabíamos y no nos escucharon.
Bueno,
a lo hecho pecho, a las1:30 p.m llegó el camión con el man encargado de dirigir o coordinar
tropas: - Listo Julio, aliste su tropa- enseguida formó mi grupo o la sección
que estaba en el 60; formamos y embarcamos rumbo al municipio señalado, en ese
lugar bajamos del camión encarpado.
Yo siempre que lo veía llegar quería ser como él porque siempre
que llegaba traía buena plata, siempre andaba bien vestido; él me convidaba,
pero yo le decía que no porque me daba miedo y entonces él me regalaba plata y
ropa.
…le dije a mi mamá,
¡recoja que nos vamos! Ella me preguntaba qué paso y yo para no preocuparla no
le decía nada, pero ella entendía; rápidamente recogimos lo que se pudo y al
día siguiente llegamos donde estaba mi padre…
Se usa cuando hay un hecho y su
consecuencia:
El segundo fue alias Rosa; le decían Rosa
porque a pesar de ser buen patrullero era bastante delicado en el sentido de
que usaba piedra pom para los callos y esmalte trasparente para las uñas,
además de su pelo parado por el gel.
Otro uso del punto y coma es el de
separar paquetes de información cuyos elementos van a su vez separados por
comas:
Ya luego sí nos pudimos relajar un poco;
llegamos a una finca cerca al pueblo y mi comando mandó a comprar, pollo, guineo,
pato para empezar a cocinar; él dijo que íbamos a hacer una sopa, a mí desde
niña nunca me había gustado el pato, pero ese día me lo comí; fue la sopa más
deliciosa que yo me había tomado en mi vida.
Nos dividimos el trabajo y cada uno escogió sus
herramientas: Carlos salió con rastrillo, guadaña y tijeras para podar el
jardín; Martha se fue armada de escoba, trapero, balde y jabones; José entró a
la cocina con esponjillas, lavaplatos, limpiones y desengrasante, mientras
tanto yo me dirigí al lavadero a ocuparme de la ropa sucia.
En el ejemplo anterior es bueno notar
que el último paquete está antecedido por una coma y no por un punto y coma.
Dos
puntos
Significa una pausa con un leve descenso
de la voz para hacer una enunciación de varias cosas:
El se sorprendió y
dijo estas palabras: “Perdí, ustedes ganaron…”
…dejaba ver un bello
paisaje: la vista completa del Sur de Bolívar
Pero ya mi madre estaba enferma: tenía un
cáncer que se la estaba comiendo y ella no sabía.
Me dijeron que llevara los ingredientes del
salpicón: sandía, papaya, piña, banano, naranja, etc.
Cuando se cita a alguien.
Estábamos en la
polémica cuando apareció el Chino: “llegó la leña gruesa, fuera charamusca, nos
vamos”
…nos quedaba poco allí ya que nos íbamos; como a las 5:15 p.m. terminó
el comando de informarnos e integrarnos: Bueno muchachos, pilas, cuidado se van
a perder…
La rezandera al ver todo esto dijo: va a haber
mucha sangre derramada.
Se usan antes de una oración que explica
el contenido de la anterior:
Tener un arma en casa es peligroso: muchos han
matado accidentalmente a sus seres queridos por manipularlas mal.
Puntos
suspensivos
Están compuestos por tres puntos. El
tono de voz se mantiene neutro ante ellos. Significa una conclusión
voluntariamente imperfecta, que sugiere simplemente, o que expresa duda o
temor.
Me dirigí a ver;
imagínense lo que vi… les aseguro que duré varios días que no comía carne frita.
Ya me entiendes, me dice que sí pero…
Se usa también para introducir un aire
de suspenso en la narración, por ejemplo:
Entró despacio tratando de no hacer ruido para
evitar despertarla, se acercó a la cama conteniendo la respiración y… ¡pum! Se
enredó con el cable y cayó con gran ruido.
Cuando se trascribe un texto en forma
literal, pero dentro de él hay cosas que quien está citando considera
irrelevantes para el objetivo que pretende, se usan puntos suspensivos
encerrados en un corchete:
Alfredo Iriarte advirtió en muchas de sus
columnas la falta de concordancia en asuntos de género, que la gente comete y
que hacen carrera en los medios de comunicación, así por ejemplo, llamaba la
atención a un noticiero porque “el pasado 17 de junio revivieron un viejo
gazapo […] el de sector automotriz”.
Los
interrogantes
Son signos que se utilizan para indicar
una pregunta. Siempre debe abrirse la oración con el signo de interrogante (¿)
y terminar con el otro (?)
¿Cómo te pareció el castigo? […] ¿Quién tuvo la
culpa? […] ¿Tienes algo que decir?
¿Usted a qué se dedica?, ¿qué lo trae por aquí?
¿Y qué te hicieron?
Él me comentó: ¿no te acuerdas de mí, cuando tu
papá iba a mi casa?
…pero yo seguía
hablando: ¿falta mucho?
Exclamación
Son signos que se utilizan para indicar
una exclamación. Siempre debe abrirse la oración con el signo de interrogante
(¡) y terminar con el otro (!)
Todos
gritamos “¡nos atacaron los enemigos!”
(María, Cesar)
¡Prepárense que aquí otra vez empieza el
combate! (Obdulia, Cesar)
Diálogos
Los diálogos en
un texto pueden citarse de dos maneras:
- Mediante guiones largos separados de los párrafos:
El comandante presenció
el desastre que el animal había hecho con la comida. Me dijo:
—No lo mato hoy porque
estoy “madre”, a partir de este momento le toca prestar guardia alrededor de mi
QTH y yo personalmente le voy a pasar revista, como lo encuentre dormido o
“colgando el hacha”, lo mato. (Álvaro Chamorro, Sucre, pág.2)
---------------------
Y me dijo:
—Nos vienen siguiendo.
Simplemente le contesté:
—Si ya me di cuenta, pero tranquilo que no pasa nada.
----------------------
….fue cuando uno de ellos se me acercó y me
preguntó:
—¿Qué hubo hermano, para dónde va?
—Vengo de Tarazá y busco al comandante.
—A
usted es al que estábamos esperando, mucho gusto, el Paisa.
- Introduciendo el
texto dicho por la persona entre comillas (“…”)
…
mientras él me decía todo lleno de esperanza: “tranquila vale mía que de esta
salimos vivos y en el permiso que le den va poder comer todo lo que quiera”
compró
un collar y dijo “Valecita, este collar es para llevárselo a la viejecita como
un recuerdo que yo estuve por aquí”.
las concordancias
Un error frecuente en la composición de
las oraciones es cuando una parte de la oración no concuerda con otra bien
porque se mencionan tiempos verbales distintos (en un pedazo se habla en pasado
y en el otro en presente, por ejemplo), no coinciden los géneros (es decir se
habla de un objeto que es en femenino, pero se le pone un adjetivo en
masculino) o no coinciden lo plural con lo singular. Vamos por partes.
Tiempos
verbales
En español existen varios tiempos
verbales:
Presente: Estoy feliz
Pasado imperfecto (pasado remoto, no
ubicable en el tiempo con exactitud): Estaba feliz
Pasado indefinido (se puede precisar la
duración de la acción): Estuve en Cali en agosto
Futuro imperfecto: Estaré
Potencial simple: Estaría (condicionado
a la ocurrencia de un hecho)
Cuando se escribe es importante tener
cuidado de los tiempos verbales y no mezclarlos. Por ejemplo:
…fui notificado en el trascurso del
desplazamiento que me acercara al primero de la comparsa, un negro ex militar,
corpulento, 1.91 de estatura, voz grave, ronca,
llego ante él, saludo
en media tarde y fui enviado a
reclamar un detalle de mi novia.
Lo correcto sería:
…fui notificado en el trascurso del
desplazamiento de que me acercara al primero de la comparsa, un negro ex
militar, corpulento, 1.91 de estatura, voz grave, ronca. Llegué ante él, saludé en medio
de la tarde y me enviaron a reclamar un detalle de mi novia.
Igual pasa en el siguiente caso:
Esta noticia fue muy fuerte para ellos, por un
instante no sabían que hacer, le piden el favor a Julián para que continué
a la finca y me avise lo sucedido. El llegó en el momento en que yo me
disponía a ordeñar las vacas y me da la nefasta noticia, fue algo muy
triste para mí; no comprendía por qué había pasado esto.
Lo correcto sería:
Esta noticia fue muy fuerte para ellos, por un
instante no sabían que hacer, le pidieron el favor a Julían para que continúe
a la finca y me avisara lo sucedido.
El llegó en el momento en que yo me disponía a ordeñar las vacas y me dio
la nefasta noticia, fue algo muy triste para mí; no comprendía por qué había
pasado esto.
De
género
También debe cuidarse no mezclar lo
femenino con lo masculino. Por lo general lo femenino termina en a, en “esa o
isa” o en “iz”. Por ejemplo: médica,
alcaldesa, sacerdotisa y actriz.
Lo masculino termina en e, o, u or: bebé, médico, actor.
La terminación también se aplica a los
elementos que los acompañan:
Pasaron Rosa y su esposo. Ella parecía molesta
y él muy preocupado.
Buscaba a una compañera y me ponía a
hablar con ella.
Mi amigo
salió primero que yo y en un instante cuando llegué al sitio donde él
estaba, lo encontré tirado en el suelo .
Cuando se habla de dos o más elementos,
de diferente género predomina el masculino.
Patricia y Ernesto son médicos del
hospital.
Sin embargo si son mujeres, irá, por
supuesto, todo en femenino:
Teresa y Clara son las ingenieras que
comandarán la cuadrilla de trabajadores.
Singular
y plural
Por lo general cuando se habla de dos o
más cosas se usa el plural en el complemento, como en el caso, “pantalón y
camisa negros”, pero a veces hay palabras que se refieren a colectivos, por lo
que hay que observar si hay complementos en singular o plural. Es decir, en la
frase, “la multitud caminaba por la
carretera”, la palabra multitud se refiere a muchas personas pero el verbo se
mantiene en singular. Sin embargo, si la palabra multitud se acompaña de otra
que está en plural, el verbo va en plural: “Yo veía una multitud de mujeres y
niños que caminaban por la carretera”.
los conectores
Conectores de
tiempo y espacio
Un
buen escritor es aquel que tiene presente a sus lectores y les ofrece la
información requerida para comprender bien el texto. Tratándose de la
composición de relatos, entre la información que agradecen los lectores es
aquella que le ayuda a ubicar el tiempo y el espacio en el que transcurren los
acontecimientos que se están narrando.
A
continuación va una lista que incluye algunos conectores de tiempo y de espacio
usualmente utilizados y a los que podrían echar mano para contarle a los
lectores sus historias. Por supuesto que aquí no están TODOS los conectores que
existen, hay muchos más que con seguridad ustedes utilizan a diario. (¿Qué tal
escribirlos a mano en esta misma hoja a medida que se les ocurren?) En fin… la
invitación es que acudan a los que les sirvan y ojalá que no usen muy seguido
un mismo conector, pues termina siendo fastidioso.
Conectores de tiempo
Los
conectores de tiempo dan información
referente a:
-
la secuencia de las acciones (cuáles fueron antes y
cuáles después),
-
la duración que estas tuvieron,
-
el tiempo que transcurrió entre una y otra
-
el momento del día en que ocurrieron
He aquí algunos de los conectores frecuentemente
utilizados:
-
horas antes / horas después
-
días antes / días después
-
el día anterior / al día siguiente
-
la semana anterior / a la siguiente semana
-
luego / después/ posteriormente / más tarde
-
después de dos horas / semanas/ meses años
-
minutos después
-
cuando amaneció
-
al anochecer / al amanecer / a medio día
-
era al medio día / era de noche
-
en la madrugada / al atardecer
Conectores de espacio
Estos
conectores permiten a los lectores conocer los lugares o escenarios en los que
se presentaron los hechos y la ubicación de unos en relación a otros. Algunos
frecuentemente utilizados son:
-
lejos / cerca
-
a 5
kilómetros / a dos cuadras
-
al lado/ al frente / detrás / diagonal a
-
debajo de / encima/ arriba / abajo
-
entre xxxxxx y zzzzzz
-
a la orilla del río /al pie de la montaña
-
al sur / al norte/ al oriente/ el oeste/ al poniente
Otros conectores
Van a
continuación otros conectores que ayudan a darle secuencia a los párrafos o las
oraciones. Son algo así como distintos tipos de pegamentos a los que acude el
escritor para unir partes de su escrito. Hay que tener mucho cuidado al
usarlos, pues si se utiliza el que no es, puede transmitirse una idea muy
diferente a la deseada.
Por ejemplo no
es lo mismo decir: “Mi madre no dejó de llamarme. Así mismo mi cuñado…”,
a decir “Mi madre no dejó de llamarme. Sin embargo mi cuñado”.
Recordemos
algunos distintos conectores:
Los que significan adición o complemento
Y
También
Además
Asimismo
Igualmente
De la misma
manera
Del mismo modo
De igual forma
De hecho
Los que significan oposición
O
En cambio
Pero
Sin embargo
No obstante
Si bien
Los que significan implicación (una situación es causa de otra)
Así
De tal suerte
En consecuencia
Para el efecto
Este pequeño manual fue elaborado por Mariana Schmidt
con la colaboración de Juan Pablo Bonilla, Lilia Carvajal y Martha Isabel
Fonseca con destino a los talleres de producción escrita destinados a los
participantes de la
Alta Consejería para la Reintegración Social
y Económica de Grupos y Personas Alzadas en Armas en el marco del proyecto Retomo la Palabra que lidera
el Centro Regional para el Fomento de Libro en América Latina, el Caribe,
España y Portugal.
Para mayor comprensión por parte del público
destinatario, esto es excombatientes en proceso de reintegración social que
están elaborando relatos de sus vidas, se optó por acudir a ejemplos tomados
de los borradores que ellos mismos han elaborado.
Está terminantemente prohibido reproducir este
material o tomar extractos de él para otros documentos, así se cite la
fuente.
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